Cuando un proyecto minero tiene luz verde para comenzar su construcción o adecuación de la infraestructura necesaria para operar, las comunidades y otros stakeholders recalibran sus expectativas, debido a que la fase extractiva está cerca y se comienza a materializar.
Es necesario contar con un sistema de comunicación que blinde y proteja al proyecto, desde el fortalecimiento de las comunidades a favor, la socialización de resultados en iniciativas de RSE, la conformación de ecosistemas digitales de conversación e información, y el relacionamiento constante con medios, autoridades y grupos interesados.